Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Qué significa en realidad tener una casa de diseño
O por qué no basta con que una vivienda sea simplemente bonita.

Qué significa en realidad tener una casa de diseño
O por qué no basta con que una vivienda sea simplemente bonita.
Se le atribuye a Steve Jobs la famosa frase que dice que:
El diseño no es solo lo que se ve y se siente. El diseño es cómo funciona.
No tengo claro que estas fueran sus palabras exactas, pero de lo que sí estoy segura es de que éste fue el principio a partir del cual creó sus productos. Y que la belleza de todos ellos fue su consecuencia.
Con las casas sucede lo mismo
Es más, todo el mundo debería vivir en una casa de diseño.
Y con esto no me refiero únicamente a que tenga unos acabados, un mobiliario o una iluminación específicos. Esto puede ayudar, pero no es suficiente.
Hay que empezar desde más atrás. En concreto, por cómo es el estilo de vida de la persona que va a vivir en ella.
Porque la realidad es que una casa está bien diseñada solo cuando funciona para su propietario. Cuando responde a sus necesidades únicas y particulares.
De ahí que todos los proyectos de mi estudio tengan que pasar por unas fases determinadas. Las que nos ayudan, tanto a mi cliente como a mí, a determinar qué es lo que necesita y cómo sacarle el máximo partido a sus metros cuadrados.

No soy una interiorista al uso.
En vez de estudiar la carrera de interiorismo, en la universidad hice arquitectura y después estuve bastantes años trabajando en proyectos de obra nueva.
Fue ahí cuando me dí cuenta de que lo que más me gustaba era transformar casas por dentro. Conseguir que fueran diferentes a las demás y únicas para cada propietario.
No soy una interiorista al uso
En vez de estudiar la carrera de interiorismo, en la universidad hice arquitectura y después estuve bastantes años trabajando en proyectos de obra nueva.
Fue ahí cuando me dí cuenta de que lo que más me gustaba era transformar casas por dentro. Conseguir que fueran diferentes a las demás y únicas para cada propietario.
Varias curiosidades sobre mí:
-
Soy un 50% lógica y un 50% creativa. Creo que por eso elegí este trabajo.
-
Mi estudio se llama Elebé por L + B, las iniciales de mi nombre.
-
Trabajo desde casa. ¿Quién necesita una oficina cuando puedes quedar con los clientes directamente en su reforma?
-
No tengo más de ocho iconos en el escritorio de mi ordenador. Me da paz mental verlo así de vacío y ordenado.
-
No me gusta el café. No puedo entender cómo algo que huele tan bien tiene un sabor tan amargo.
-
Tengo una perra, Mostaza, y me encanta salir a pasear por las mañanas con ella. Me relaja y me ayuda a inspirarme en mis proyectos.